Cuando era estudiante y al comienzo de mi trayectoria profesional como intérprete de conferencias, tuve que dedicarle mucho tiempo y hacer un gran esfuerzo para superar los obstáculos que encontraba en el camino, aunque aprendí a resolverlos analizándolos minuciosamente al mismo tiempo que observaba y escuchaba a colegas con más experiencia.
Poco a poco me fui dando cuenta de que pese a las dificultades, al final siempre conseguía hacer un trabajo digno. ¿Por qué? Simplemente porque mantenía la calma, confiaba en mí y tenía una preparación sólida.
Pero para ello, no solo debes entender el marco teórico del proceso para saber qué hacer, sino también las estrategias y consiguientes tácticas que debes aplicar para dar todo lo que se espera de ti.
Hablo de una formación integral y completa que tiene en cuenta todas las competencias necesarias para realizar un buen trabajo como es la disociación, la traducción a vista o la interpretación simultánea propiamente dicha. Todo ello junto a ejercicios de articulación y consejos para cuidar tu voz.