30 May Entrena tu mente con el recuerdo activo

La mente del intérprete ha de ser ágil y nuestros esfuerzos deberían centrarse en este objetivo  para entrenarla. Como hemos dicho en otras ocasiones, la práctica de las competencias propias del ejercicio de nuestra profesión, junto al entrenamiento de la memoria y concentración deben formar parte integral de nuestra rutina al  igual que el entrenamiento de un deportista profesional, una cantante o un músico, para quienes ensayar o entrenar forma parte integral de sus actividades diarias. Como intérpretes, esto implica que todos los días habríamos de ejercitar, aunque solo sean unos minutos, una de nuestras herramientas de trabajo claves: la memoria.

Por ello, queremos hablar del recuerdo activo o el active recall. Se trata de una técnica de aprendizaje cuyo sistema se basa en estimular la memoria de manera que los conceptos que quieres aprender se graben firmemente en ella. Para entendernos mejor, pese a que es una comparación muy básica, pensad que la memoria es un baúl enorme donde guardamos los recuerdos de todo aquello que aprendemos. Esto significa que cuando interpretamos es clave saber encontrar rápidamente en nuestro baúl esa información que buscamos.

Por eso se recomienda que cuando memoricemos, sigamos tres pasos básicos: lectura – recitado – revisión. Una vez leído el temario que queremos aprender, deberías repetir los conceptos que hayas retenido, haciendo un esfuerzo por rescatarlos de la memoria. Después podrás hacer una evaluación de la eficiencia al recordarlos. No te frustres si no te sale a la primera, segunda o tercera… Es un proceso que debemos repetir muchas veces hasta convertirlo en un hábito.

El recuerdo activo está avalado por la ciencia.

El recuerdo activo es una técnica avalada científicamente, con muchos estudios de investigación que confirman que es la forma más rápida, eficiente y eficaz para memorizar.

Herbert F. Spitzer fue el primer autor que en 1937 realizó un estudio sobre esta técnica. Dicho estudio evidenció que el grupo que había trabajado y practicado técnicas de recuerdo activo obtuvieron mejores calificaciones que el grupo de control que solamente había estudiado con las técnicas habituales. Más adelante, ya en el siglo XXI,  en 2010, Andrew Butler volvió a validar el estudio de Spitzer con otra investigación similar. Un año más tarde, los psicólogos Jeffrey D. Karpicke y Janell R. Blunt dieron un paso más demostrando la eficacia del recuerdo activo frente a otras tres técnicas de estudio. Curiosamente el grupo que puso en práctica el recuerdo activo es el que menores expectativas tenía de conseguir buenos resultados con esa técnica. Y es que muchas veces se piensa que la utilización del recuerdo activo nos hará perder más tiempo frente a la utilización de otras técnicas aunque hemos visto que no es así. El recuerdo activo es la técnica más rápida de aprendizaje además de la más eficaz y cuanto más pongas en práctica este método, más fácil te será recordar la información.

Por todo ello, solo podemos decir que debería ser la técnica de estudio principal para una persona que quiere ser intérprete. Por eso te animamos a que ¡actives tus “neuronillas” y las pongas en forma!

Prácticas de recuerdo activo.

1. La primera y más elemental consiste en leer un texto, taparlo y hacer el esfuerzo de  recordar la mayor cantidad de información posible.
2. Otra método es acudir al clásico: “Pregúntame la lección”. Hazte preguntas a ti mismo/a o pídele a alguien te formule preguntas sobre el tema/asunto que estás estudiando.
3. Finalmente puedes crear listas de preguntas sobre el tema que estés estudiando e intentando memorizar. Aquí puedes utilizar también las típicas tarjetas de memoria con preguntas que irás sacando y contestando. Así diseñarás tu propio juego de “trivial” y podrás estudiar con otros/as compañeros/as. Aprovecha herramientas online como Quizlet, para pasar un buen rato aprendiendo y disfrutando.

Recuerda:

¡LA MEMORIA ES UN MÚSCULO QUE DEBEMOS EJERCITAR Y ENTRENAR TODOS LOS DÍAS!