lectura rápida

Técnica de lectura rápida para intérpretes

Durante varias semanas he analizado en el perfil de Instagram de The Interpreter´s Voice todo lo relacionado con la técnica de la lectura rápida y cómo esta destreza puede ayudar al intérprete a alcanzar la excelencia en sus encargos.

En este artículo vamos a hacer una recopilación de todo el material y los consejos dados sobre cómo adquirir mayor velocidad de lectura.

Primeros pasos en la lectura rápida

Siempre viene bien hablar primero de unas pautas generales que sirvan para afrontar el entrenamiento de una manera eficaz:

  • Tómatelo como un entrenamiento diario al que le dedicarás 10 minutos. Ponte un temporizador. Si no pueden ser 10 minutos, haz 5, 6, 8, los que puedas.
  • Evita leer letra por letra y palabra por palabra.
  • Fíjate en la dirección que siguen tus ojos cuando lees. Procura que tus movimientos oculares sean controlados y no se distraigan del texto.
  • Intenta concentrarte y fijarte en un conjunto de palabras de al menos 3 ó 4 a la vez, así entrenas la vista para detectar sintagmas completos a la hora de realizar una Traducción a Vista (TaV). A continuación pasa al siguiente conjunto o bloque de palabras.
  • Confirma siempre que comprendes los que estás leyendo. La comprensión nos ayuda además a mejorar la entonación. Si este no fuera el caso, vuelve al bloque anterior. Prima siempre la comprensión sobre la velocidad.

Comprensión lectora

La velocidad lectora no sirve de nada si no eres capaz de comprender el mensaje. Como habrás visto, la comprensión es parte de la fórmula. La velocidad lectora real y eficaz no se consigue sin una buena comprensión del mensaje. Al fin y al cabo para transmitir fielmente un mensaje o los conocimientos que posees es imprescindible entender e interiorizar los contenidos.

Te estarás preguntando: Pero ¿qué puedo hacer para mejorar la comprensión?

No podemos recordar bien lo que no sabemos, por lo que ampliar tu cultura general es fundamental. 

No olvides que la lectura no es ni más ni menos que la asociación entre la información que estás registrando en tu mente y la información que ya conoces. Por ello, cuantos más conocimientos previos tengas, mayor será tu nivel de comprensión del texto. 

Así que ya lo sabes, amplía tu cultura. Lee, escucha, observa, reflexiona… absorbe todos los conocimientos generales que puedas porque además de ser fundamentales para el desarrollo de tu carrera como intérprete, también lo serán para tu desarrollo personal.

La memoria en la velocidad lectora

Es importante que aprendas a olvidar. La idea de aprender a olvidar para recordar resulta un poco contradictoria pero tiene todo el sentido del mundo. Nuestro cerebro ha de funcionar como el disco duro de un ordenador. El objetivo es grabar en tu mente lo que realmente te va a ser útil y dejar de lado lo demás, precisamente por eso es importante aprender a olvidar y evitar que se sature tu memoria con datos inútiles.

En esta parte entran en juego los ritmos de lectura, mayor ritmo para lo que no quieres retener y un ritmo más moderado para memorizar los conceptos de interés.

Un paso más para aumentar la velocidad lectora

A medida que vayas practicando y cogiendo soltura podrás ir avanzando. Cuando te sientas preparado/a, aumenta el número de palabras que visualizas en cada vistazo. Intenta que sean 6 o más por conjunto de palabras. Obviamente esto requiere un esfuerzo consciente y no pierdas el nivel de comprensión que ya tienes.

A veces nos ayuda alejar un poco el texto para lanzar una mirada más complete y así aumentar el número de palabras que leemos en cada conjunto o sintagma.

Cómo reducir el tiempo de visualización

Como ya hemos aumentado el número de palabras que leemos por cada vistazo que le echamos al texto, hoy vamos a intentar reducir el tiempo que fijamos la vista sobre el texto.

Este esfuerzo nos va a exigir una mayor concentración, lo que a su vez redundará en una mejor compresión.

Se dice que el tiempo mínimo necesario para leer un conjunto de palabras o un sintagma es probablemente sólo un cuarto de segundo.  Si reducimos este tiempo, mejoraremos también la capacidad de asimilar la información. Para ello hemos de seguir practicando y confiar en nuestra capacidad y nivel de concentración.

Consejos para una lectura rápida

  • Usa un puntero. Evita retroceder o volver atrás en el texto. Para ello, al contrario de lo que nos enseñaron cuando éramos pequeños, usa siempre un puntero que te guíe sea tu dedo, un lápiz o un bolígrafo.

Sigue con la vista la dirección de la punta del puntero elegido, acompasándola con la fluidez de tu lectura. Es sencillo gesto permite que nos demos cuenta de cómo a veces a pesar de que tengamos una velocidad lectora rápida no es ni comprensiva, ni eficiente. 

  • Lee todos los días. Finalmente, la mejor manera de mantener tu velocidad lectora es ¡leer todos los días! Ponte el temporizador y sumérgete en un libro o artículo sobre un tema que te apasione. Verás cómo se te pasa el tiempo volando.

El hábito de lectura no es solamente el medio para conseguir perfeccionar una destreza profesional útil, sino también una llave que nos abre la puerta a ¡mundos nuevos, desconocidos y fascinantes!

Recuerda que se corre una maratón empezando poquito a poco… lo mismo ocurre con la velocidad lectora. ¡Ánimo!

Fuente: Lectura rápida para todos, de R.Gª. Carbonell. 

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