09 Mar Traducción a vista: consejos y errores más comunes
La traducción a vista (TaV) es una modalidad híbrida porque partimos de un texto original escrito que se interpreta oralmente. (Agrifoglio 2004: 43; Setton and Motta 2007: 203). Por eso es magnífica como ejercicio a practicar ya que nos permite trabajar destrezas que nos sirven para traducir e interpretar. Asimismo nosotras/os somos las/os encargadas/os de pautar el tiempo que necesitamos y no estamos a expensas de la velocidad del orador.
¿Qué destrezas se perfeccionan con la traducción a vista?
- Lectura rápida y comprensiva: es obvio que deberás tener la capacidad de leer rápidamente el texto llegando a su total comprensión.
- Memoria y retentiva a corto plazo: es vital para las prestaciones de interpretación consecutiva.
- Articulación, pronunciación y entonación: no debemos olvidar que tenemos que entonar bien y no caer en una excesiva monotonía a la vez que articulamos y pronunciamos cada palabra con exactitud.
- Disociación de la atención: es una destreza esencial en el intérprete ya que debe estar pendiente de varias tareas a la vez, en este caso serán las de leer el texto y llevar a cabo la propia prestación.
- Aprendizaje de terminología/expresiones hechas: nos vendrá muy bien para adquirir agilidad en el reconocimiento de frases hechas, metáforas… Además, es muy útil para identificar la expresión natural y “castiza” de los textos.
- La detección de nuestros errores más comunes para ponerles solución.
- El aprendizaje de registros distintos y sus equivalencias: la práctica de la TaV nos ayudará a engrosar nuestro vocabulario.
Errores más comunes en la traducción a vista
Uno de los errores más habituales que se suelen cometer cuando se empieza a traducir a vista es intentar hacerlo muy deprisa e intentar alcanzar la perfección absoluta en la rendición del texto meta. Por lo tanto, te aconsejo que no tengas prisa. Recuerda que cuando no sabes andar es más fácil caerte al dar los primeros pasos.
Una buena idea es quizá utilizar técnicas diferentes al empezar a traducir el texto. Debemos de ser realistas y empezar con textos adecuados a nuestro nivel de competencia y capacidades. No importa si son muy sencillos. A medida que vayas avanzando, mejorarás.
Otro error en el que podemos caer es ceñirnos demasiado al texto. Ten siempre presente que el texto con el que trabajamos no es una camisa de fuerza. Nuestra labor es comprenderlo a la perfección y transmitir el mensaje pero la experiencia te otorga ciertos márgenes de libertad que enriquecerán tu prestación.
Empezar por leer los clásicos infantiles y juveniles
Una manera muy divertida de empezar, simplemente para entrenar la vista, es leer los clásicos infantiles y juveniles de la lengua de trabajo. Resulta muy interesante dado que la lectura de los clásicos nos ofrece una aportación cultural muy importante. Nos dan a conocer vocabulario, expresiones y giros idiomáticos que seguro nos resultarán muy útiles para tener una mayor comprensión de la lengua.
Normalmente conocemos perfectamente los autores clásicos y las obras contemporáneas más famosas, pero no sabemos nada de la literatura infantil, que nos da una perspectiva diferente de lo que es una cultura. Cuando practicamos con este tipo de textos no solamente aprendemos vocabulario sino también aspectos culturales que en ocasiones son específicos de esa lengua.
Espero que te haya servido este artículo sobre la traducción a vista y te sirva para mejorar en esta técnica de interpretación.
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